VATICANO,
En su homilía durante la Misa celebrada en el Parque Santakos de Kaunas este domingo 23 de septiembre, en su segundo día del viaje apostólico a Lituania, el Papa Francisco advirtió contra el afán de poder y de gloria que ensombrece "la realidad sufrida por el pueblo fiel".
El Santo Padre señaló que ese afán de poder y gloria "constituye el modo más común de comportarse de quienes no terminan de sanar la memoria de su historia y, quizás por eso mismo, tampoco aceptan esforzarse en el trabajo del presente".
"Y entonces se discute sobre quién brilló más, quién fue más puro en el pasado, quién tiene más derecho a tener privilegios que los otros". "Así negamos nuestra historia", advirtió.
Esa actitud, advirtió, "es una actitud estéril y vanidosa, que renuncia a implicarse en la construcción del presente al perder el contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel".
El Papa se refirió al pasado doloroso del pueblo lituano con la ocupación nazi primero, la ocupación soviética después, y todas sus consecuencias: encarcelamientos, trabajos forzados, desplazamientos de población, torturas, asesinatos…
"La vida cristiana siempre pasa por momentos de cruz, y a veces parecen interminables. Las generaciones pasadas habrán dejado grabado a fuego el tiempo de la ocupación, la angustia de los que eran llevados, la incertidumbre de los que no volvían, la vergüenza de la delación, de la traición", reconoció Francisco.