VATICANO,
Frente a la difusión de sentimientos xenófobos y racistas, el Papa Francisco propuso difundir la ley natural "grabada por Dios en los corazones humanos".
El Papa Francisco llamó a los fieles y a las autoridades a rechazar la xenofobia y el racismo porque dañan la gravemente la dignidad de las personas.
El Santo Padre hizo este llamado en la audiencia que concedió en el Vaticano a los participantes en el Congreso Mundial sobre Xenofobia, Racismo y Nacionalismo Populista en el contexto de la Migración Global, que se clausuró ayer 20 de septiembre en Roma. "Vivimos tiempos en los que parecen reavivarse y difundirse sentimientos que muchos consideraban superados", advirtió.
"Sentimientos de sospecha, de miedo, desprecio y hasta de odio frente a individuos o grupos considerados diferentes a causa de su origen étnico, nacional o religioso y, como tales, no considerados lo suficientemente dignos de participar plenamente en la sociedad", señaló en la audiencia concedida ayer jueves.
Estos sentimientos, advirtió el Papa, "con demasiada frecuencia, inspiran verdaderos actos de intolerancia, discriminación o exclusión, que dañan gravemente la dignidad de las personas involucradas y sus derechos fundamentales, incluido el mismo derecho a la vida y a la integridad física y moral".
Desafortunadamente, continuó Francisco, "también sucede que en el mundo de la política se ceda a la tentación de explotar los temores o las dificultades objetivas de algunos grupos y de usar promesas ilusorias para intereses electorales miopes".