REDACCION CENTRAL,
El Arzobispo de Utrecht, Cardenal Wim Eijk, describió la grave crisis por la que atraviesa la Iglesia en Holanda, y comentó que "cada vez que tengo que firmar un decreto para cerrar una iglesia, se me parte el alma".
En una reciente entrevista concedida al diario de Gelderlander, el Cardenal señaló que "me hubiera gustado que todas las iglesia estuvieran abiertas. Cada vez que tengo que firmar un decreto para cerrar una iglesia, se me parte el alma".
Además de la falta de dinero a causa de la falta de fieles, que son las razones que originan el cierre de iglesias, otro serio problema es la edad avanzada de los católicos en Holanda.
Según el Nijmegen institute Kaski, se calcula que de los 3,5 millones de católicos que hay en el país, solo poco más de 170 mil católicos van a Misa los domingos. Es decir que menos del 5% de fieles cumple con este precepto fundamental.
Actualmente, continuó, "las parroquias están con números rojos". En una reciente reunión realizada con los administradores parroquiales se tocó el tema económico y se preguntó: "¿Qué puedes mantener abierto a largo plazo? ¿Qué haces para escribir números azules?"
Si bien el dinero no es fundamental, es necesario "para pagar a los empleados pastorales. Además, si no puede pagar las facturas, entonces la primera y la segunda lectura las terminará leyendo el administrador", dijo el Cardenal.