REDACCION CENTRAL,
Cada 15 de septiembre, al día siguiente de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores, quien puede ser consolada en su sufrimiento siguiendo el mensaje de Fátima.
El 13 de octubre de 1917, día de su última aparición en Fátima y del "Milagro del sol", la Virgen María se presentó como Nuestra Señora de los Dolores.
Esto había sido anunciado por la Madre de Dios a los niños en la aparición del 13 de septiembre: "En octubre vendrá nuestro Señor, así como Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Monte Carmelo. San José se aparecerá con el Niño Jesús para bendecir al mundo".
Sor Lucía, una de los tres videntes de las apariciones en Portugal, describió en su libro "Llamadas del mensaje de Fátima" la conexión entre la Virgen de Fátima y Nuestra Señora de los Dolores.
La religiosa indicó que "María, hecha uno con Cristo, es la corredentora de la raza humana".
En el texto Sor Lucía señaló que en el Calvario la Virgen "sufrió y agonizó con Él, recibiendo en su Inmaculado Corazón los últimos sufrimientos de Cristo, sus últimas palabras, su última agonía y sus últimas gotas de sangre, para ofrecerlas al Padre".