VATICANO,
El Prefecto de la Casa Pontificia y Secretario Personal de Benedicto XVI, el Arzobispo Georg Gänswein, ha manifestado que, en su opinión, la Iglesia está viviendo su particular 11 de septiembre, con la crisis generada por los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
Durante la presentación del libro de Rod Dreher "La opción Benedicto" este martes 11 de septiembre, cuando se recuerda el atentado contra las Torres Gemelas en 2001, el Arzobispo resaltó que hay muchas almas "heridas irremediablemente y mortalmente por sacerdotes de la Iglesia Católica".
Esto, dijo el Prelado, transmite "un mensaje aún más terrible que el que podría haber sido la noticia de que se vinieran abajo todas las iglesias de Pensilvania junto a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington".
El Secretario de Benedicto XVI recordó que fue efectivamente en este santuario en el que el ahora Papa Emérito habló de la "profunda vergüenza" causada "por el abuso sexual a menores por parte de sacerdotes". Un lamento "que no logró contener el mal y ni siquiera las garantías formales y los compromisos verbales de una gran parte de la jerarquía".
Mons. Gänswein lamentó luego que existe actualmente un "ecumenismo del no creer y de la huida en común de Dios y de la Iglesia en todas las denominaciones. Un ecumenismo del eclipse de Dios en general".
"Pero este eclipse de Dios no significa que Dios ya no exista, sino que muchos ya no lo reconocen, porque las sombras se han interpuesto ante el Señor. Hoy las sombras de los pecados de las transgresiones y los crímenes dentro de la Iglesia han oscurecido para muchos su brillante presencia".