VATICANO,
Esta mañana en una audiencia a los obispos de los Territorios de Misión, el Papa Francisco les presentó tres rasgos esenciales que deben ser parte de su vocación: ser hombres de oración, de anuncio y de comunión.
"Gracias al Espíritu Santo, el obispo está configurado para Cristo, pastor y sacerdote. Está llamado a hacer suyo el corazón del sacerdocio, es decir, ofrecer la vida. Por lo tanto, no vive para sí mismo, sino que se esfuerza por dar vida a las ovejas, en particular a los débiles y en peligro", dijo el Santo Padre al inicio de su discurso ante 74 nuevos obispos de América, África, Asia y Oceanía.
El encuentro, que es parte de un seminario realizado entre el 3 y 15 de septiembre en Roma y que es promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se realizó en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
A continuación, los tres rasgos esenciales de un obispo descritos por el Papa.
1. Hombre de oración
El Santo Padre explicó que un obispo, al ser sucesor de los apóstoles, está llamado por Jesús para quedarse con Él y, por ello, "delante del tabernáculo aprende a confiarse al Señor", porque allí "encuentra su fortaleza y su confianza".