MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explica en su última carta pastoral semanal la importancia de la visita pastoral que realizan los obispos a las parroquias de la diócesis para escuchar las necesidades de los fieles, y precisa que no es "una inspección fiscalizadora del jefe de una empresa".
Mons. Fernández explica que la visita pastoral que realiza el obispo cada cierto tiempo a cada parroquia de la diócesis "no termina nunca" porque es el trabajo cotidiano del Obispo y "forma parte de la vida de la diócesis".
Por eso explica que se trata "principalmente en el encuentro gozoso de la comunidad cristiana con su pastor y del pastor con la comunidad cristiana, de cada parroquia, de cada grupo, de cada institución".
Una tarea que para el Obispo de Córdoba es "la más gratificante de todas las que el obispo tiene encomendadas".
Mons. Fernández asegura que el encuentro del obispo con la comunidad cristiana en la visita pastoral es "una celebración eclesial" y no debe verse como "una inspección fiscalizadora del jefe de una empresa, sino un momento de gracia, para reconocer lo mucho que Dios está haciendo, agradecer y felicitar a los colaboradores por su dedicación y tarea permanente en la catequesis, en la caridad, en el culto".
"La visita pastoral que el obispo realiza como ministro de Cristo es la visita del Señor a su pueblo", precisa y explica que en ese encuentro del Obispo con los fieles "es el Señor quien viene y pasa por nuestra vida, llamándonos de nuevo a conversión, a seguirle más de cerca para que seamos misioneros de esa alegría recibida".