LA PAZ,
La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) expresó su dolor ante la muerte de tres personas en la región Sud Yungas del departamento de La Paz, a causa del conflicto entre productores de coca y el Gobierno por el plan de erradicación de estos cultivos.
Según datos de la ONU, Bolivia es tercer productor mundial de coca y cocaína después de Perú y Colombia. En la región de Yungas hay casi dos tercios de la producción nacional que tiene como propósito abastecer el consumo legal de coca, como el de las infusiones.
Sin embargo, parte de la producción es desviada a la fabricación de cocaína, por lo que el plan de erradicación de los cocales del Gobierno de Evo Morales pretender ubicar las plantaciones de 24.500 hectáreas a un máximo de 22 mil hectáreas en todo el país.
Esta situación ha provocado violentos enfrentamientos entre la policía y los productores de coca. El 29 de agosto, Eliseo Choque y Carlos Vega murieron en una balacera a manos de la policía que acompañaba a las brigadas de reducción de cocales en poblado de La Asunta.
El gobierno informó que estos productores de coca formaban parte de un grupo de francotiradores, pero el sindicato de La Asunta negó esta afirmación. La semana anterior a este incidente, un policía murió y siete personas resultaron heridas por el mismo conflicto.
En una carta dirigida al Ministerio de Gobierno, los obispos señalaron que "sentimos profundamente y rechazamos que la violencia y la muerte se asuman como acontecimientos 'normales' cuando se presentan conflictos sociales de diversa índole".