VATICANO,
Este domingo el Papa Francisco celebró desde el Parque Fénix de Dublín (Irlanda), la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias antes más de 300 mil fieles, a quienes dijo que las familias "son un lugar privilegiado y un importante medio" para difundir el Evangelio, sobre todo para quienes desean llegar a la tierra prometida de la esperanza y la libertad.
La Eucaristía comenzó pasadas las 3:30 p.m. Previamente, en horas de la mañana, el Pontífice visitó la capilla del Santuario de Knock, donde el 21 de agosto de 1879, quince personas de entre 5 y 74 años de edad presenciaron la aparición de la Virgen María, San José, el Agnus Dei (Cordero de Dios) y San Juan Evangelista.
Como es habitual, el Santo Padre recorrió en el papamóvil el parque antes de llegar al altar, coronado por una gran cruz blanca. Durante el recorrido era saludado por los cientos de miles de fieles congregados, mientras se escuchaban los cantos entonados por el coro formado por niños y jóvenes.
En sus palabras de bienvenida, el Arzobispo de Dublin, Mons. Diarmuid Martin, recordó que la última vez que un pontífice visitó Irlanda fue San Juan Pablo hace 39 años. La Iglesia en este país, expresó Mons. Martin, "ha atravesado momentos difíciles" en estos últimos años y la fe de las personas ha sido puesta a prueba.
Sin embargo, aseguró que luego del invierno, los fieles esperan una nueva "primavera para la Iglesia irlandesa". "Miramos hacia un sol primaveral que no quiere esconder la dureza de los días oscuros", añadió.