VATICANO,
El Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin Farrell, aseguró que el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que hoy se inicia en Irlanda no busca escribir una nueva doctrina.
"La jornadas de Dublín, el congreso, la fiesta de los testimonios y el encuentro con el Papa no tienen como objetivo escribir un nuevo magisterio, doctrina, ni mucho menos modificar lo que es el patrimonio de la Iglesia", aseguró el Purpurado de origen irlandés en entrevista concedida al diario Avvenire de los obispos italianos.
Lo que sí busca el EMF es "mostrar en la praxis de muchos cómo la cultura de la vida está al centro de la familia, recurso preciosísimo de la sociedad, primero que nada de la Iglesia, comenzando por la acogida y el cuidado de la vida naciente".
En su opinión, "los testimonios son más eficaces que las enseñanzas teóricas porque muestran que el amor conyugal cristiano es posible y bello: es la alegría de amar y ser amados, no solo en el recibir sino sobre todo en el dar, hacer el bien, incluso a costa del sacrificio".
"El mensaje de los testimonios es indispensable porque hoy está bajo los ojos de todos la gran pobreza de las relaciones humanas en la familia y en la sociedad: relaciones con frecuencia utilitarias y de conveniencia en vez de relaciones generosas".
El Cardenal Farrell dijo también que "las muchas experiencias que escucharemos en Dublín –representativas de varias situaciones y varios países– mostrarán sobre todo esto: el rostro concreto de personas que, con humildad y confianza, se esfuerzan en crecer; veremos también que este llamado de la vida no se dirige solo a las familias que viven 'situaciones de fragilidad e imperfección', sino también para las 'regulares'".