REDACCION CENTRAL,
Un autor homosexual explicó por qué un hombre como él, que experimenta la atracción por personas del mismo sexo, no puede ser ordenado sacerdote en la Iglesia católica.
Daniel C. Mattson, autor del libro "Why I Don't Call Myself Gay: How I Reclaimed My Sexual Reality and Found Peace" (¿Por qué no me llamo gay: Cómo recobré mi identidad sexual y encontré la paz) explicó dos razones por las que cree que alguien como él no debe ser ordenado sacerdote de la Iglesia Católica.
En un artículo titulado "¿Por qué hombres como yo no deben ser sacerdotes?" publicado en la revista First Things el 17 de agosto, Mattson explica que "la primera razón es que para los hombres como tendencias homosexuales es particularmente difícil vivir lo que exige la castidad".
"La gran mayoría de escándalos en la Iglesia desde el año 2002 involucran a sacerdotes homosexuales que fallan gravemente en la castidad. Esto no me sorprende. La castidad –y estoy convencido de ello– es mucho más difícil para los hombres con inclinaciones homosexuales que para los demás", resaltó.
Mattson cita luego al presbítero y doctor en psicología James Lloyd, quien ha trabajado como hombres homosexuales, incluyendo sacerdotes, por más de 30 años, quien afirma: "Es muy claro a partir de la evidencia clínica que la energía psíquica necesaria para contener los deseos homosexuales es mucho más grande que para contener los deseos heterosexuales".
Para Mattson, "si la Iglesia quiere evitar los escándalos sexuales, tiene que dejar de ordenar a los hombres que tienen muchas dificultades para permanecer castos".