El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, conversó con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, sobre la grave crisis por la que atraviesa Nicaragua.
En el diálogo telefónico el 10 de agosto, el vicepresidente reconoció la ardua labor que realiza la Iglesia Católica en el país centroamericano, no solo como mediadora en el diálogo con el gobierno, sino como garante de los derechos humanos y la libertad religiosa.
Desde el pasado mes de abril Nicaragua vive una grave crisis social y política, caracterizada por las protestas contra el régimen del presidente Daniel Ortega, y la violencia que grupos afines a este han ejercido contra la población, asesinando a varios cientos de personas.
En el diálogo telefónico entre Pence y el Cardenal Parolin ambos condenaron la ola de violencia en Nicaragua y alentaron el trabajo de los obispos del país.
Según una declaración emitida por la Casa Blanca de Estados Unidos, Pence y el Cardenal "condenaron la violencia que ha cobrado la vida de cientos de personas y que ha tenido como blanco a la Iglesia; y reafirmaron su apoyo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y toda la comunidad de fe que se ha mantenido firme en apoyo de los derechos humanos, la democracia y la libertad".
En los últimos meses varias iglesias y obispos han sido atacados por grupos paramilitares afines a Ortega.