En la época del suicidio legal asistido y de la eutanasia, los cuidados paliativos deben permanecer como una forma distinta de atención que socorre las necesidades y la dignidad de toda la persona en el fin natural de su vida, señalaron los obispos católicos de Canadá.
Los obispos dieron sus recomendaciones en una presentación para una consulta pública nacional, en respuesta a la aprobación de un nuevo proyecto de ley sobre el desarrollo de los cuidados paliativos en el país.
El documento de los obispos se centró en preguntas y sugerencias para los proveedores de servicios de salud, y fue desarrollado con la asistencia de Catholic Health Alliance de Canadá, el Instituto Católico de Bioética de Canadá y otros.
En el texto, el Presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, Mons. Lionel Gendron, afirmó que "la inversión de la comunidad católica en el cuidado de la salud está inspirada por Cristo".
Es la respuesta cristiana a favor de los enfermos, "para proporcionar cuidados compasivos a los necesitados", acompañar a los moribundos "y dar testimonio de la dignidad inviolable de la persona humana" en cada etapa de su vida.
En ese sentido, reiteró la oposición de la Iglesia a la eutanasia y el suicidio asistido a pesar de que fueron legalizados por el Senado en junio de 2016. Sin embargo, actualmente algunos legisladores han expresado su preocupación de que estas prácticas sean extendidas a los menores de edad y que la ley entre en conflicto con el ideario de algunas instituciones médicas.