ROMA,
El famoso proverbio de "todos los caminos llevan a Roma" se hizo realidad este sábado 11 de agosto cuando el Papa Francisco se encontró en la capital italiana con 70 mil jóvenes que durante unos días peregrinaron desde sus ciudades para celebrar una vigilia con el Pontífice.
El Santo Padre fue acogido en el Circo Massimo de Roma con gran entusiasmo por parte de los jóvenes que, al poco de comenzar el encuentro, le entregaron un báculo elaborado con madera de árbol y le pidieron que lo llevase durante la celebración del Sínodo que se realizará el próximo octubre precisamente sobre el tema de los jóvenes.
Tres de ellos preguntaron al Papa sobre los "sueños", las dificultades de formar una familia y las renuncias que esto implica y sobre por qué Dios permite el sufrimiento de gente inocente.
"Soñad en grande"
"Un joven sin sueños es un joven anestesiado que no podrá entender la vida", les dijo el Papa. "Vosotros tenéis en el corazón estas estrellas brillantes que son vuestros sueños: son vuestra responsabilidad y vuestro tesoro", añadió.
El Papa los llamó a "transformar los sueños de hoy en la realidad del futuro y para esto hay que ser valiente" y les pidió preguntarse de dónde vienen estos sueños.