CIUDAD DE MÉXICO,
Un detalle poco conocido de la Basílica de Guadalupe es el atentado con una bomba que sufrió la imagen de la Virgen en los primeros años del siglo XX, y cómo un crucifijo la protegió y recibió el impacto de la explosión.
Se le conoce como el "Santo Cristo del Atentado", y producto de la explosión el crucifijo quedó retorcido.
La imagen se conserva hoy en la parte posterior de la Basílica de Guadalupe, junto a la historia y la foto que se tomó tras el atentado.
De acuerdo al relato, el 14 de noviembre de 1921 "un hombre desconocido, con el pretexto de depositar él mismo un ramo de flores se acercó al altar y colocó su ofrenda ante la Imagen venerada de Nuestra Señora".
"Alrededor de las 10:30 de la mañana, estalló una bomba de dinamita que se hallaba oculta entre las flores. Los desperfectos fueron en las gradas del altar, que son de mármol, en los candeleros de latón y en esta Sagrada Imagen de Ntro. Señor Crucificado, que retorcida cayó al suelo".
El "Santo Cristo del Atentado", en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México. Foto: David Ramos / ACI Prensa.