VATICANO,
Hace dos años, dos jóvenes pertenecientes al Estado Islámico irrumpieron en la iglesia de Saint Etienne du Rouvray, en Rouen, Francia, y asesinaron de forma despiadada al P. Jacques Hamel mientras celebraba la Misa.
Este jueves 26 de julio, la Diócesis de Rouen conmemora el segundo aniversario del martirio de su sacerdote que, en opinión de su postulador, P. Paul Vigoroux, ya ha generado frutos espirituales, como la unión de las comunidades y el entendimiento entre las religiones.
Al grito de "Allahu akbar", ("Dios es grande", en árabe), los dos yihadistas accedieron al interior de la iglesia y comenzaron a destruir imágenes religiosas. El sacerdote intentó evitar la tragedia: "Pero, ¿qué hacéis? ¡Tranquilizaos!", les dijo según afirman los testigos. De nada sirvió. Los terroristas quisieron obligar al sacerdote a ponerse de rodillas, pero él se negó.
Ante la resistencia mostrada por el anciano sacerdote, tenía 85 años, uno de los yihadistas lo apuñaló. Herido de forma mortal, el P. Hamel gritó: "¡Apártate, Satanás!". Fueron sus últimas palabras pues, inmediatamente después, fue degollado.
Este asesinato, ocurrido cuando en Cracovia se estaba celebrando la Jornada Mundial de la Juventud, causó un gran impacto entre los cristianos. Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el 14 de septiembre de 2016, el Papa Francisco aseguró que el P. Hamel "es un mártir, y los mártires son beatos. Tenemos que rezarle".
El 13 de abril de 2017 se anunció la apertura de la fase diocesana del proceso de beatificación. ACI Prensa ha hablado con el postulador de la causa de beatificación, P. Paul Vigoroux.