ROMA,
Mons. Henryk Hoser, enviado del Papa Francisco para supervisar las necesidades pastorales en Medjugorje, -el lugar de las supuestas apariciones marianas-, comenzó su mandato pastoral con una Misa celebrada el domingo 22 de julio.
En 2017 el Papa envió al Prelado a esta zona de Bosnia Herzegovina con un objetivo "exclusivamente pastoral" y no con motivo de la supuesta aparición mariana, cuya cuestión doctrinal es competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Así, durante la Misa celebrada en la iglesia de St. James, Mons. Hoser dijo que "la pregunta fundamental" es por qué tanta gente viaja a Medjugorje cada año. La respuesta es que van "a encontrarse con alguien: encontrarse con Dios, encontrarse con Cristo, conoce a su Madre", indicó.
El enviado de Francisco citó también la constitución Lumen gentium del Concilio Vaticano II que enfatiza que la devoción a María es alentada por la Iglesia a medida que se desarrolla "en subordinación armónica" al culto a Cristo.
"La Santa Misa, la adoración del Santísimo Sacramento, una frecuencia masiva del Sacramento de la Penitencia, acompañada de otras formas de piedad: el Rosario y el Vía Crucis", están en el centro de la devoción a la Virgen María, señaló.
En ese sentido, citando al profeta Jeremías dijo: "¡Ay de los pastores que engañan y esparcen el rebaño de mi pasto!". "El Santo Padre, el pastor universal de la Iglesia, toma estas palabras del profeta como propias. Él nos envía allí, donde la gente existe y vive, donde los fieles se reúnen para buscar la luz de la salvación", añadió.