MANAGUA,
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó a los obispos del país centroamericano de ser "golpistas" y dijo que son aliados de las "fuerzas internas y externas" contrarias al régimen.
En un discurso ante miles de simpatizantes en Managua, Ortega refirió que los obispos le propusieron a comienzos de junio adelantar las elecciones y que él no se presente a la reelección, como medio para superar la grave crisis que vive el país desde abril.
El pedido de los obispos lo "sorprendió" y lo llevó a considerar que los prelados "están comprometidos con los golpistas" y "eran parte del plan con los golpistas".
"Me duele mucho decir esto, porque yo le tengo aprecio a los obispos, les respeto, soy católico", agregó.
El mandatario también lamentó que los obispos hayan convocado este viernes 20 de julio a un día de ayuno y oración en el que se rezará una oración de exorcismo a San Miguel Arcángel en desagravio por las profanaciones de estos últimos meses contra Dios con la violencia que también ha tenido como blanco varias iglesias y varios prelados como el Nuncio Apostólico, el Arzobispo de Managua y el Obispo Auxiliar de la capital, Mons. Silvio Báez.
"¡Qué exorcicen a los demonios que tienen allí!", clamó Ortega, para quien los obispos hicieron la invitación porque él decidió arremeter contra la población con la violencia "y eso es lo que los tiene irritados, enfurecidos, y están llamando a exorcizarnos".