MADRID,
El sacerdote nicaragüense Augusto Gutierrez hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga para evitar las masacres que están teniendo lugar y que han dejado más de 300 fallecidos en tres meses de revueltas y, entre lágrimas, pidió: "No nos dejen morir".
El sacerdote Augusto Gutiérrez, párroco en el barrio de Monimbó, al sur de Masaya (Nicaragua) concedió una entrevista en la cadena COPE. Por las presiones del gobierno el sacerdote está escondido ya que ha recibido numerosas amenazas.
"Nos han amenazado de muerte porque nos dicen que somos cabecillas de esta situación, pero hemos dado la cara porque es injusto lo que el gobierno [de Daniel Ortega] está haciendo. Esto es un genocidio, porque no tiene otro nombre", asegura el P. Augusto.
Entre lágrimas el sacerdote hace un llamamiento: "No nos dejen morir. Por favor, intervengan, hagan algo".
El pasado martes 17 de julio fue atacado el barrio indígena de Monimbó en Nicaragua por paramilitares afines al presidente Daniel Ortega.
Según relata en la entrevista, los paramilitares llevaban 4 horas de ataque en Monimbó "con armamento militar pesado, están profanando las iglesias y destruyendo la vida".