NUEVA YORK,
El representante del Vaticano ante las Naciones Unidas expresó su esperanza en que un nuevo acuerdo sobre buenas prácticas para la migración internacional garantice el respeto por la dignidad humana de todos los migrantes.
Mons. Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, habló el 13 de julio, en la sesión final de las negociaciones intergubernamentales sobre migración, parte conclusiva de un proceso de casi dos años.
"Este primer marco integral sobre migración servirá como punto de referencia internacional para buenas prácticas y cooperación internacional en el manejo global de la migración, no solo para gobiernos, sino también para las entidades no gubernamentales entre las que se encuentran organizaciones religiosas, que son verdaderamente las manos y pies en la tierra para asistir a los migrantes en dificultad", dijo Mons. Auza.
El acuerdo –el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular– detalla 23 objetivos internacionales, incluyendo la erradicación del tráfico de personas y el "uso de detención migratoria solo como un último recurso".
Desde el año 2000, más de 60 mil personas han muerto en sus intentos de migrar, de acuerdo a un estudio realizado por la la Organización Internacional de Migración.
El representante del Vaticano dijo a Naciones Unidas que "el Papa Francisco encapsula estas responsabilidades y solidaridad compartidas en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar".