El Presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció el lunes por la noche la nominación del juez católico Brett Kavanaugh a la Corte Suprema para cubrir la vacante dejada por Anthony Kennedy, magistrado que anunció su retiro el 27 de junio.
Con el retiro de Kennedy, conocido por su apoyo al matrimonio gay y al aborto, y la nominación de Kavanaugh, las instituciones y activistas que apoyan el aborto mostraron su preocupación y lanzaron una campaña para evitar su nombramiento. Una de estas es la multinacional del aborto, Planned Parenthood, y su exdirectiva Cecile Richards.
Por su parte, varios líderes provida recuperaron las esperanzas de que en un futuro se revierta el fallo "Roe vs Wade" que permitió la legalización del aborto en 1973.
De darse la confirmación de Kavanaugh se consolidaría una mayoría conservadora en el máximo órgano de justicia del país.
Para un presidente de Estados Unidos la elección de uno de los nueve jueces que conforman la Corte Suprema es una decisión de suma importancia, porque se trata de un puesto vitalicio. Un juez de la Corte solo puede ser destituido por el Congreso a través de un impeachment o renunciando por propia voluntad.
Luego del anuncio, Kavanaugh dio un breve discurso donde habló sobre la importancia de su educación católica y cómo ha influenciado en su carrera. Asimismo, dijo sentirse "profundamente honrado" por la nominación.
El anuncio del 9 de julio se produjo después de mucha especulación. Esta es la segunda vacante que Trump ha llenado durante su mandato; anteriormente nombró para la Corte Suprema al juez provida Neil Gorsuch.