BOGOTÁ,
El Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar, dio inicio a las celebraciones del centenario de la coronación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia.
En la Misa que presidió el 9 de julio en el santuario en Chiquinquirá, departamento de Boyacá, el Cardenal recordó que "el hecho de que vengamos de varios lugares del país muestra el ansia de encontrarnos con Dios nuestro Padre por medio de su Hijo Jesucristo y por intercesión de la Virgen María".
"Ella, que es la que escucha y cumple la voluntad del Padre que está en los cielos, nos va a enseñar lo que significa verdaderamente escuchar la Palabra de Dios y cumplirla, guardarla en nuestro corazón" para "transformar nuestra existencia".
El Cardenal Salazar dijo que "al celebrar a Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia, tenemos que pensar en nuestra patria. Venerar a la Virgen como nuestra Madre y Reina significa que tenemos que reforzar los lazos que nos unen a los colombianos. Tenemos que dejar atrás toda violencia".
"Tenemos que perdonar de corazón a todos aquellos que de alguna manera hayan sido nuestros victimarios. Y pedir perdón si hemos sido victimarios, para construir un país fraterno, justo, solidario y verdaderamente en paz", agregó.
El Arzobispo también alertó en su homilía que "en el mundo en que vivimos fácilmente podemos olvidarnos de que el sentido último de nuestra vida es llegar al Padre". "Hay tantas preocupaciones y tentaciones en el mundo en que vivimos que nos separan del destino de nuestra existencia, y nos ponen a buscar cosas inútiles que ahondan el vacío si no tenemos al Señor", advirtió.