Polémico Padre Solalinde podría perder su ministerio sacerdotal

"No se puede mezclar una cosa con otra, y menos con la ideología que maneja", señaló.

El Obispo de Veracruz indicó que el P. Solalinde "va a tomar sus decisiones. Cuando hemos tenido diálogos con él, él no acepta nunca nada, él es el que tiene la razón de todo".

"Él va a elegir lo que él quiera, no va a importar que su obispo, al cual le ha prometido obediencia cuando fue ordenado, le diga 'mira, retírate de eso'", lamentó.

Las polémicas del P. Alejandro Solalinde

No es la primera vez que el P. Solalinde, de 73 años, está en medio de la polémica. El Obispo de Veracruz confirmó en marzo de este año que el sacerdote mexicano, conocido por su activismo de derechos humanos, está prohibido de celebrar la Misa en esa diócesis debido a sus constantes ataques a los obispos mexicanos.

"Yo se lo prohibí por una razón de coherencia de fe. ¿Qué significa la Misa? ¿Qué dice San Pablo? Todos los que nos alimentamos de un solo pan y de un solo vino, somos un solo cuerpo. La Eucaristía es el signo supremo de comunión en Cristo, somos una sola cosa en Cristo. Esa es la Iglesia. Y si tú quieres celebrar la Misa y saliendo de ella 'tirarle' a la Iglesia, 'tirarle' a los obispos, decir que los obispos no hacen nada, pues eso es incoherencia", dijo.

Mons. Gallardo precisó en esa ocasión que el P. Solalinde no es el único que trabaja a favor de los migrantes.

En 2017, el P. Solalinde dijo al periódico mexicano La Jornada que la Iglesia debe tener respeto por "la diversidad sexual", y que quizás "más adelantito, a lo mejor sí" podría casar a una pareja homosexual.

En una entrevista con la revista pornográfica Playboy en 2012, el sacerdote mexicano se describió como "descendiente" de la teología de la liberación, y recordó como un "milagro" y "algo maravilloso" haber tenido relaciones sexuales con una mujer a los cuatro años de haber sido ordenado sacerdote.

La mujer con la que tuvo relaciones sexuales, dijo, era una de "las jóvenes con las que yo trabajaba", y aseguró que "no tarda el tiempo en que la Iglesia vea el celibato como algo opcional".