Un médico fue condenado en Génova (Italia), a nueve meses de prisión por haberse negado a colaborar con un aborto farmacológico, a pesar de ser objetor de conciencia.
El 19 de abril de 2014 el ginecólogo Salvatore Felis se negó en el Hospital San Martino de Génova a realizar la ecografía con la que se debía verificar si la píldora abortiva había tenido efecto en una joven.
En un proceso disciplinario el hospital señaló que no había nada que manifestar con respecto al hecho, y atribuyó lo sucedido a problemas organizativos y no tanto a la objeción de conciencia del médico.
Sin embargo, la mujer que se practicó el aborto denunció al médico ante la policía, lo que llevó a que fuera condenado en primer grado por parte del Tribunal de Génova.
Según los jueces, no valen ni la absolución brindada por el centro de salud y ni las convicciones éticas de Felis, quien señaló al diario italiano Avvenire que "mi decisión de no practicar abortos deriva de consideraciones morales, médicas y biológicas".
"No es posible –añadió el médico–, interrumpir un proyecto de vida sin pensar en el niño". "Nunca he participado en abortos (…) mi trabajo es hacer que los niños nazcan, no al revés", señaló en declaraciones difundidas este 5 de julio.