La residencia del presidente de Argentina, Mauricio Macri, fue el lugar de encuentro de unos seis mil fieles que desarrollaron una nueva "oración de Jericó" para frenar el debate del proyecto de legalización del aborto.
La campaña se inspira en el relato del Antiguo Testamento, que describe cómo el pueblo liderado por el profeta Josué derribó las murallas de la ciudad de Jericó, luego de dar vueltas alrededor y tocar las trompetas al séptimo día.
De esta forma, los miles de activistas provida llegaron la tarde del 1 de julio a las afueras de la residencia presidencial llamada "Quinta presidencial de Olivos", para realizar una procesión y caminar unos dos kilómetros alrededor de ésta.
Familias con niños, jóvenes y adultos mayores llevaron antorchas, imágenes de la Virgen, entonaron cantos y consignas para pedir la protección del niño que está por nacer y su madre.
También se leyeron pasajes bíblicos y se rezó el Santo Rosario, las letanías de la Virgen y otras oraciones para pedir sabiduría para los legisladores y el presidente Macri.
"Aquí se trata de derribar murallas interiores que quizás no permiten ver lo que la ciencia muestra como patente: la existencia de vida humana, con un código genético propio desde el momento de la fecundación", comentó Felipe Yofre, uno de los organizadores.