ROMA,
Una religiosa compartió el testimonio de su labor para evangelizar durante casi 50 años en Afganistán, uno de los países donde se persigue más a los cristianos.
Sor Mariam de Jesús, de la congregación de la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús, relató a la agencia vaticana Fides que "cuando estás en una misión en una tierra como la de Afganistán, no puedes evangelizar de forma convencional".
"La única forma de hacerlo es con la vida. Con los años nos hubiera gustado ser portadores del mensaje del Evangelio, pero solo podíamos hacerlo dando buen ejemplo, intentando vivir correctamente, como dicen las Sagradas Escrituras", explicó.
Fides informó que las Hermanitas de Jesús llegaron a Kabul, la capital afgana, en julio de 1954 y un año después comenzaron a trabajar como enfermeras en un hospital del gobierno en esa ciudad.
Sor Mariam, que llegó con las primeras hermanas, indicó que "el pueblo afgano es famoso por su hospitalidad" y que las religiosas "fuimos recibidas de una manera extraordinaria y, durante los momentos más difíciles de la guerra, tuvimos muchos amigos locales dispuestos a arriesgarse para ayudarnos".
Estas religiosas se quedaron en el país a pesar del peligro suscitado durante la invasión de las tropas de la Unión Soviética en 1979 y la posterior guerra civil afgana, que duró de 1992 a 2001.