La Copa Mundial de la FIFA, que se juega cada cuatro años, es uno de los eventos deportivos internacionales más esperados. Lo que pocos saben es que fue un católico francés quien fundó este torneo.
Se trata de Jules Rimet, nacido el 14 de octubre de 1873 en la aldea francesa de Theuley. Cuando era niño sirvió como monaguillo en la iglesia local y a los diez años partió rumbo a París, donde su familia buscaba una oportunidad para tener una mejor calidad de vida en medio de la crisis económica.
Según informó el Catholic Herald, cuando en 1891 el Papa León XIII difundió su encíclica Rerum novarum, el joven Rimet y sus amigos se sintieron interpelados por la preocupación del Pontífice ante la miseria en la que vivían las clases trabajadoras y la falta de reformas laborales.
Inspirados por el texto, fundaron una organización para brindar asistencia social y médica a los más pobres. Incluso, ya convertido en un exitoso abogado, Rimet continuó realizando obras de caridad.
El joven francés también amaba los deportes y tenía la firme convicción de que estos unían a la gente, más allá de la raza y la clase social. A los 24 años fundó un club deportivo Red Star, abierto a cualquier persona sin importar su condición económica.
“Los hombres podrán reunirse en confianza sin el odio en sus corazones y sin un insulto en sus labios”, solía decir cuando compartía su visión de los deportes.