VATICANO,
El Vaticano ha defendido, por medio de su Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, el derecho de los migrantes a permanecer en su propio país sin verse obligados a recorrer miles de kilómetros para buscar una vida mejor en lugares lejanos.
En un discurso ante los participantes en el II Coloquio Santa Sede – México sobre la migración internacional, celebrado este jueves 14 de junio en el Vaticano, el Cardenal Parolin indicó que "si por un lado se reconoce a toda persona el derecho de emigrar, por otro lado, también existe un derecho primario a permanecer en el propio país en condiciones de seguridad y dignidad".
Por lo tanto, "es necesario defender, antes que nada, el derecho de toda persona a no verse forzada a emigrar y a que se respeten sus derechos en su tierra de origen, cooperando activamente en su desarrollo".
"Los factores que obligan a las personas a abandonar sus hogares y países contribuyen a flujos migratorios desordenados, impredecibles y peligrosos. Es evidente, por ejemplo, que las guerras, especialmente con el comercio descontrolado de las armas y la terrible plaga de la corrupción que lo sustenta, impiden cualquier progreso social y económico durante generaciones, y empujan a las personas a marcharse".
En su intervención, el Secretario de Estado del Vaticano señaló que "hoy, lamentablemente, constatamos que desafíos cada vez más apremiantes y complejos caracterizan el fenómeno migratorio, mientras muchos de los problemas que a su tiempo discutimos, permanecen aún sin una respuesta adecuada".
"Tratándose de un fenómeno humano, las migraciones interpelan a todos –aseguró–, no solo por su magnitud, sino también 'por los problemas sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que suscita, y por los dramáticos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad internacional'".