El Obispo de Jinotega (Nicaragua), Mons. Carlos Enrique Herrera, entregó a una madre el cuerpo de su hijo que murió durante las protestas que ocurrieron el viernes en la noche, y pidió a las autoridades no ejercer violencia contra los manifestantes para evitar más muertes en el país.
"Mons. Carlos Enrique Herrera a las 2:30 am entregó en su casa el cuerpo sin vida del joven Abraham Antonio Castro Jarquín. El joven fue entregado a su madre y familia que vive en el barrio Carlos Rizo", informó este sábado la Diócesis de Jinotega en su cuenta de Facebook.
Durante la noche del viernes 8 y la madrugada del sábado 9 ocurrieron nuevas protestas en Jinotega, a 142 kilómetros de Managua, contra el Gobierno de Daniel Ortega.
En un comunicado en el que relató los hechos, Mons. Herrera indicó que alrededor de las 7:30 p.m. del viernes el jefe de la Policía Nacional, Marvin Castro, le pidió interceder para que la población que estaba en las barricadas no siguieran avanzando "y se mantuvieran en paz". "Al retirarme, logré un acuerdo de que los manifestantes de los tranques no avanzarían más", indicó.
Sin embargo, a los minutos "me reportaron con pruebas que grupos paramilitares controlados por el Gobierno municipal, venidos de fuera de la ciudad, atacaron las barricadas que se mantuvieron pacíficas hasta que los embistieron".
"Asimismo, pobladores señalaron insistentemente que antimotines atacaron con armas de fuego a los civiles que estaban en los tranques y a dueños de negocios que estaban en sus tramos", denunció.