SANTIAGO,
El martes 5 de junio regresó a Chile el grupo de sacerdotes y laicos que se reunieron con el Papa Francisco en Roma para contarle los abusos de poder, conciencia y sexuales que sufrieron de parte del sacerdote Fernando Karadima.
El encuentro se extendió del 1 al 3 de junio y fue el segundo entre el Pontífice y víctimas de abusos sexuales y encubrimientos cometidos por miembros del clero de Chile, un escándalo que llevó a que todos los obispos de ese país pusieran su cargo a disposición.
Al último encuentro fueron cinco sacerdotes y dos laicos, junto a dos presbíteros que han acompañado a las víctimas. Todos se hospedaron en la Casa Santa Marta.
"Que (el Papa) nos haya escuchado fue maravilloso", dijo el P. Sergio Cobo, uno de los asistentes, a los medios de comunicación que los esperaban en el aeropuerto de Santiago.
El sacerdote dijo que "fue impresionante estar con él por cuatro horas y que supiera lo que pasó de boca de las víctimas". "El Santo Padre nos pidió perdón personalmente. Lo hizo con
sencillez y debo decir que me he sentido muy acompañado. Ahora, ojalá, se acoja a todas las víctimas", indicó.
Por su parte, el P. Eugenio de la Fuente señaló que el Pontífice "nos escuchó y nos acogió como un padre", y agregó que "el Papa tiene un plan a corto y mediano plazo para cambiar la Iglesia chilena".