VATICANO,
La localidad de Ostia, a las afueras de Roma y situada junto al mar, fue el lugar donde el Papa Francisco celebró este año la Solemnidad del Corpus Christi, y habló de la eucaristía como el corazón de la Iglesia, que es el único que sacia verdaderamente.
Francisco dijo que "la Eucaristía es el corazón palpitante de la Iglesia, la genera y regenera, la reúne y le da fuerzas".
En la Misa que presidió en la parroquia de Santa Mónica, antes de la procesión por las calles, el Papa habló del Evangelio de la Última Cena y expresó que "Jesús prepara para nosotros y nos pide también nos preparemos".
"Prepara un lugar y una comida. Un lugar, mucho más digno que la 'gran sala arreglada' del Evangelio. Es nuestra casa espaciosa aquí abajo, la Iglesia, donde hay y debe haber puesto para todos".
Pero "nos ha reservado también un lugar arriba, en el paraíso, para estar junto a Él y entre nosotros para siempre". Unos dones "que nos sirven para vivir", añadió.
"Pero la Eucaristía nos prepara también un puesto arriba, en la eternidad, porque es el Pan del cielo. Viene de allí, es la única materia en esta tierra que sabe realmente a eternidad".