VATICANO,
El Papa Francisco recordó a los cristianos su responsabilidad como bautizados al haber sido revestidos con las vestiduras blancas de Cristo, que deberán mantener limpias, y al ser portadores de la luz de la salvación que tendrán que llevar a la humanidad.
Durante la Audiencia General celebrada este miércoles 16 de mayo en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre reflexionó sobre el simbolismo de las vestimentas blancas y de la luz de la vela durante el Bautismo.
En su catequesis, el Pontífice indicó que "los efectos espirituales de este sacramento, invisibles a los ojos, pero plenamente operativos en el corazón de quien se ha convertido en una nueva criatura, se hacen explícitos en las vestimentas blancas y en la vela encendida. Son signos visibles que manifiestan la dignidad de los bautizados y su vocación cristiana".
"La vestimenta blanca –señaló– expresa simbólicamente aquello que ha sucedido en el sacramento, anuncia la condición de transfigurados en la gloria divina. El mandato de llevar esta vestimenta sin mancha para la vida eterna marca el camino que, desde la fuente bautismal, conduce hacia la Jerusalén celeste".
"¿Qué significa revestirse de Cristo? Lo recuerda San Pablo cuando explica cuáles son las virtudes que los bautizados deben cultivar: 'Elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de sentimientos de ternura, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de magnanimidad, apoyándoos los unos a los otros y perdonándoos los unos a los otros. Pero por encima de todas estas cosas, revestíos de la caridad que las une de modo perfecto'".
Sobre la vela, Francisco explicó que "también la entrega ritual de la vela encendida del cirio pascual recuerda los efectos del bautismo: 'Recibe la luz de Cristo'. Estas palabras recuerdan que no somos nosotros la luz, sino Jesucristo, el cual, resucitado de entre los muertos, ha derrotado a las tinieblas del mal. ¡Nosotros estamos llamados a recibir su esplendor!".