La muerte del científico australiano David Goodall por medio del suicidio asistido puede considerarse una forma mortal de discriminación, según explicó Stephen Drake, analista del grupo Not Dead Yet (No muerto aún), que se opone a la legalización de esta práctica y de la eutanasia.
En declaraciones a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– Drake dijo que "fue claro que él (Goodall) quiso llamar mucho la atención" para promover estas prácticas que "son formas mortales de discriminación".
"Si alguien actúa como él lo hizo, es mentira decir que fue un acto personal porque en realidad fue un acto político", precisó.
David Goodall, de 104 años de edad, viajó de Australia a Suiza para someterse al suicidio asistido el jueves 10 de mayo en la fundación Eternal Spirit (Espíritu eterno), donde le aplicaron una inyección letal de nembutal.
El caso de Goodall atrajo la atención de medios de todo el mundo y es usado por algunos para promover la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido.