Papa Francisco da último adiós al Arzobispo “guardián” del Padre Pío

"Lloramos porque es humano llorar", dijo el Purpurado, y recordó "la promesa escuchada en el libro del Apocalipsis" que acompañó al Arzobispo Castoro: "Dios enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá más muerte, ni luto, ni lamento, ni afanes, porque las cosas habrán pasado. Y el que está sentado en el trono dirá: 'He aquí que yo hago nuevas todas las cosas'".

"Realmente la fe se convirtió para él en vida, en el sentido más profundo", dijo el Cardenal Parolin. El Arzobispo Castoro, continuó, era "un hombre digno de admiración" que siempre tenía "el rostro amable y sonriente, que vivía abandonado en Dios con serenidad y paz".

Destacó que para todos tenía palabras de "agradecimiento y bendición", dando prueba de "generosidad y solidaridad", y edificando "con su ejemplo" especialmente a "su esposa", la Arquidiócesis de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo.

Mons. Michele Castoro nació el 14 de enero de 1952. Estudió en el Seminario Romano Menor, luego en el Mayor.

Siguió los estudios de Filosofía y Teología, respectivamente, en la Pontificia Universidad Lateranense y la Pontificia Universidad Gregoriana, donde se licenció en Teología Fundamental.

Fue ordenado sacerdote el 6 de agosto de 1977 a los 25 años de edad. En 1986 obtuvo la licenciatura de Historia y Filosofía en la Universidad de Estudios de Bari.

Fue designado Obispo de Oria el 14 de mayo de 2005 y recibió la consagración episcopal el 25 de junio de ese mismo año.

El 15 de julio de 2009 Benedicto XVI lo designó Arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo, tomando posesión de la Arquidiócesis el 19 de septiembre.