La Comisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) alertó que el proyecto de Ley Integral de las Personas Trans (LIPT) está creando un "proceso deconstructivo" de la sociedad, que pasará a formarse "por individuos solitarios sin más ligamen que la propia idea que tengan de sí mismos".
"Aprovechando la discriminación que sufre un determinado grupo, se está pretendiendo alterar todo el tejido social fraterno creado por nuestra sociedad democrática y consagrado en nuestra Constitución", describió el comunicado de prensa emitido el 7 de mayo.
El proyecto LIPT, presentado en mayo de 2017, define la identidad de género como "la vivencia interna e individual del género según la siente y autodetermina cada persona, sin que deba ser definida por terceros".
El documento establece entre otros temas, una "prestación reparatoria" vitalicia para las personas discriminadas por parte del Estado en épocas de la dictadura y hasta 1989. Y en el caso de que un padre se oponga al cambio de nombre y sexo registral de su hijo, la representación del menor será asumida por el Estado.
La CEU advirtió que con esto se pasa por encima de la patria potestad de los padres, sustituyéndolos por un "representante estatal". "¿No es una actitud propia de los estados totalitarios?", cuestionó.
Asimismo, preguntó si un niño tiene la madurez suficiente para tomar una decisión "que podría afectar su vida irreversiblemente".