VATICANO,
Durante el rezo del Regina Coeli este domingo 6 de mayo en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco hizo una defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
El Santo Padre afirmó que las personas están llamadas a amarse siguiendo el ejemplo de Jesús, lo cual debe llevar a una serie de actitudes como el cuidado de los ancianos, el cuidado de los enfermos o la defensa del no nacido.
"Este amor por los demás no puede estar reservado a momentos excepcionales –explicó el Santo Padre–, sino que debe convertirse en la constante de nuestra existencia".
"He ahí por qué estamos llamados a custodiar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor, incluso si crean problemas económicos y dificultades. He ahí por qué a los enfermos, incluso en la última fase de la enfermedad, debemos ofrecerles toda la asistencia posible. Es por eso por lo que los niños por nacer siempre son bienvenidos. Por qué, en definitiva, la vida siempre debe cuidarse y ser amada desde el momento de la concepción hasta el ocaso natural".
En su enseñanza, Francisco destacó que "en este tiempo pascual la Palabra de Dios continúa mostrándonos estilos de vida coherentes para pertenecer a la comunidad del Resucitado. Entre ellos, el Evangelio de hoy presenta la consigna de Jesús: 'Permaneced en mi amor'".
"Habitar en la corriente del amor de Dios para mantenerse estables es la condición para asegurarse de que nuestro amor no pierda su ardor y su audacia en la calle. También nosotros, como Jesús, debemos acoger con gratitud el amor que viene del Padre y permanecer en ese amor, tratando de no separarnos con el egoísmo y con el pecado. Es un programa difícil pero no imposible".