Cuatro policías del estado de Michigan (Estados Unidos), irán a juicio por arrestar injustamente a una mujer provida, bajo la falsa acusación de llevar una bomba a un centro de abortos.
Casi dos años atrás, el 27 de agosto de 2016, Kimberly Thames, veterana de la Marina estadounidense, rezaba junto a una religiosa frente a una clínica de abortos en Westland, cuando fue abordada por los policías bajo la falsa acusación de intentar detonar una bomba.
Lo único que llevaba consigo Kimberly era un cartel provida y su rosario.
Según recoge el sitio web LifeNews, la mujer pasó 49 horas detenida en la cárcel de la ciudad, solo por la palabras de un vigilante de la clínica de abortos que sin pruebas la acusó de llevar una bomba.
Un detective policial encontró que no había sustento para la acusación y la detención, y Kimberly finalmente pudo salir de la cárcel.
La mujer entabló un juicio contra la ciudad y los cuatro policías por violación de su derecho a la libre expresión y libre ejercicio de la religión, protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, entre otros delitos.