LONDRES,
Tras el fallecimiento del pequeño Alfie Evans, cuyo caso provocó una batalla legal entre sus padres y la justicia de Inglaterra, se ha generado un debate en torno a la necesidad de modificar la ley que da a los hospitales poder para decidir el destino de los menores enfermos.
El caso de Evans se asemeja al de Charlie Gard, un niño inglés con una enfermedad terminal que murió en julio de 2017 luego que se le retirara el soporte vital, también contra la voluntad de sus padres.
Gard tenía casi un año de edad y estuvo en el centro de un debate legal por varios meses. Los médicos del Hospital Great Ormond Street, donde estaba el pequeño, también acudieron a la justicia británica para quitarle el soporte vital.
Ahora, los padres del fallecido Charlie, Chris Gard y Connie Yates, lanzaron una campaña para cambiar la ley.
En una declaración recogida por The Sun, ambos dijeron que habían visto el caso de Alfie con "gran pesar en su corazón". "Aquellos que no han estado en una situación como esta, es imposible entender el dolor que están pasando Thomas y Kate", afirmaron en referencia a los padres de Alfie).
Los padres de Charlie dijeron que "se dieron cuenta de que casos como estos seguirían sucediéndose hasta que se cambiara la ley", por ello acudieron a "consultores pediátricos, especialistas en ética médica, abogados sénior, políticos del Reino Unido y otros padres que han sufrido situaciones similares" para elaborar un mejor protocolo.