LIMA,
La muerte del pequeño Alfie Evans nos recuerda que "la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida", afirmó el Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, quien denunció "la seria crisis de valores" y el creciente desprecio por la dignidad de las personas que hay en el mundo.
"A Alfie se le ha dejado morir para ahorrar", denunció el Prelado durante la Misa dominical, al recordar el caso del niño británico de 23 meses de edad que padecía una condición neurológica degenerativa desconocida y que falleció ayer 28 de abril.
Durante meses sus padres Kate James y Thomas Evans sostuvieron una batalla legal con el hospital Alder Hey de Liverpool –donde se encontraba el pequeño–, porque este centro médico deseaba desconectarle el soporte vital y dejarlo morir, argumentando que era lo mejor para Alfie.
Ambos padres recurrieron a los tribunales de Reino Unido y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que les permitieran llevar al niño a otros centros médicos que ofrecieron a acogerlo, entre ellos el Hospital Pediátrico Bambino Gesú de Roma y el Instituto Neurológico Carlo Besta de Milán. Pero todos sus pedidos fueron rechazados por los jueces.
Ambos sufrieron "la prepotencia de una justicia abusiva", que les negó "el derecho de poder llevarlo a Roma, Italia, donde el Papa Francisco le había ofrecido al pequeño Alfie atención médica en el hospital del Bambino Gesú del Vaticano", denunció el Prelado.
"¿Es este el mundo en el que queremos vivir, donde el ser humano reemplaza a Dios y decide quién vive y quién muere, donde el Estado se impone sobre la familia, institución natural que la precede? Ciertamente la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida", expresó Mons. Eguren.