REDACCION CENTRAL,
El Obispo de Formosa (Brasil), Mons. José Ribeiro, afirmó que es inocente de las acusaciones de malversación de fondos de la Iglesia local, por las cuales estuvo encarcelado un mes junto a otros cinco sacerdotes.
"Fuimos masacrados, acusados sin pruebas, con el método de condenar, prender e investigar", dijo el Prelado en entrevista con el diario O Estado de S. Paulo.
El Obispo y otros cinco sacerdotes fueron arrestados y encarcelados el 19 de marzo en el marco de la operación "Caifás", ordenada por el Ministerio Público de Goiás. Fueron acusados de desviar 2 millones de reales (unos 600 mil dólares) y de usar el dinero de las parroquias para comprar una hacienda de ganado y una casa de loterías.
Luego de salir de la cárcel, el Prelado volvió a la residencia episcopal de Formosa y no aceptó el consejo de residir en la casa del clero para los sacerdotes enfermos y ancianos.
"Vine aquí porque esta es mi casa. Yo aún soy el Obispo de Formosa, aunque alejado", dijo Mons. Ronaldo. Dijo que se considera una víctima de un plan para "desmoralizarlo y sacarlo del gobierno de la diócesis".
"Es un grupo bien articulado con un plan y, en ese plan, vi claramente que usaron el anonimato y abrieron cuatro frentes para denigrarnos, desmoralizarnos: los medios, las redes sociales, el Ministerio Público y la Nunciatura", indicó.