VATICANO,
El Papa Francisco explicó, antes de la oración del Regina Coeli, que el cuarto Domingo de Pascua "continúa en el intento de ayudarnos a redescubrir nuestra identidad de discípulos del Señor Resucitado" y aseguró que Dios puede sanar todas las enfermedades espirituales.
"Cada uno de nosotros puede sanar de muchas formas de enfermedad espiritual –ambición, pereza, orgullo– si acepta poner con confianza la propia existencia en las manos del Señor Resucitado".
Francisco afirmó que Jesús es el "Buen Pastor" pero ésta "autopresentación no puede ser reducida a una sugestión emotiva, sin tener efectos concretos".
"Jesús resana a través de su ser pastor que da la vida. Dando su vida por nosotros, Jesús nos dice a cada uno: 'tu vida vale tanto para mí que para salvarla doy todo de mí mismo'".
"Este ofrecer su vida lo hace Pastor bueno por excelencia: Aquél que sana, Aquél que nos permite a nosotros vivir una vida hermosa y fecunda".
Francisco indicó que la "actitud" a través de la cual se realiza "una relación viva y persona con Jesús" es "dejarse conocer por Él".