DUBLÍN,
Tres obispos de Irlanda se unieron para explicar por qué votarán por el "no" en el referéndum del próximo 25 de mayo, que pretende derogar la Octava Enmienda de la Constitución, en la que se reconoce el derecho a la vida tanto de la madre como del niño por nacer.
La enmienda que defiende la vida fue aprobada en un referéndum en 1983 con casi el 67% de votos.
"Mi preocupación aquí no es insistir en el pasado sino salvaguardar el futuro. Nada es tan importante para el futuro de nuestra humanidad como el derecho a la vida", dijo el Obispo de Kildare y Leighlin, Mons. Denis Nulty, en su mensaje pastoral titulado "Apoyando una cultura de la vida".
Además, el Prelado aseguró que no existe "nada por ganar al negar la verdad de que nuestras vidas comienzan en la concepción", porque lo que ya se ha "aprendido sobre nuestro desarrollo en el útero solo se agregará en los próximos años".
"Creo que ninguno de nosotros, mujeres o hombres, tiene un derecho absoluto sobre la vida de otro. Le pido que se una a mí para votar y retener el derecho constitucional a la vida del niño por nacer", instó el obispo.
Por su parte, el Obispo de Cork y Ross, Mons. John Buckley, recordó en su carta pastoral que una vez más, después de 30 años, enfrentan un referéndum sobre el aborto.