La activista pro vida Lianna Rebolledo compartió recientemente su testimonio ante 1 200 jóvenes en Quito (Ecuador). Tras quedar embarazada producto de una violación sufrida a los 12 años, fue presionada para someterse a un aborto, pero ella optó por salvar la vida de su hija.Invitada por la plataforma Jóvenes Libres de Ecuador a compartir su testimonio con los jóvenes, en el Teatro 24 de mayo, Lianna Rebolledo, hoy de 34 años, recordó que “mi niñez la pasé entre la violencia y el alcoholismo”.“Fui violada a los 12 años y quedé embarazada. Aunque los médicos me decían: aborta, no arruines tú vida, después de oír el corazón de mi bebé, decidí que debía vivir”, dijo.Lianna aseguró que con su decisión “dos vidas fueron salvadas, yo salvé la vida de mi hija y ella la mía”.Antes de ser abandonada por su padre, recordó, su madre la llevó junto a sus hermanos a Estados Unidos en busca de mejores ingresos para darles bienestar.Precisamente en Los Ángeles, estado de California (Estados Unidos), fue violada por dos sujetos que la dejaron inconsciente.La líder pro vida señaló que “herida física y moralmente a esa edad, no entiendes por qué los médicos me recomendaban que abortara, que mi vida estaba arruinada, que de cualquier manera el producto no se iba a lograr”.“Una niña de 12 años escucha esas palabras y no entiendes qué es el producto, por qué no se va a lograr y por qué te pasó a ti”, dijo.Sin embargo, recordó, “cuando me dijeron que al bebé que llevaba en el vientre ya le latía el corazón, me aferre a mi vida y que ella viviera”.Su hija actualmente tiene 22 años, y pronto culminará sus estudios en una universidad en Los Ángeles.“Hasta hoy, ella no me recuerda a nadie, mi hija no tiene nada que ver con lo que pasó esa noche”, aseguró, pues “ella es un ser independiente con el mismo derecho que cualquier otro ser humano”.Lianna aseguró que su hija “no es de segunda categoría por haber nacido en esas circunstancias y con todo lo difícil que fue”.“Si yo tuviera que pasar lo mismo para tenerla a ella y todo el amor que me ha dado, yo lo volvería a vivir”, aseguró.La líder pro vida exhortó a los 1 200 jóvenes ecuatorianos que presenciaban su testimonio a que “bajo ninguna circunstancia debemos acabar con la vida de un ser humano. Independientemente de cómo viene al mundo, tiene un propósito de vida y tiene el mismo derecho que cualquier otra persona”.Lianna aseguró que su caso es prueba de que “en las peores circunstancias, frente a todos los males que pueda enfrentar una niña ultrajada y sin el total respaldo de mis padres, se haya abierto camino no sólo para mi, sino para mi compañera de vida, mi hija, aquella que hoy es el faro de vida que me marca el día a día”.“Que no los engañen, que no los manipulen. Una vida se cancela, se termina, no se interrumpe, y una vida debe protegerse independientemente de cómo venga”, remarcó.