REDACCION CENTRAL,
Antes de ingresar a la vida consagrada, el P. Javier Olivera y la hermana Marie de la Sagesse fueron novios y querían casarse, pero Dios tenía otros planes. Esta es su historia.
El P. Javier Olivera indicó, en una entrevista concedida a ACI Prensa en el año 2018, que tanto la hermana Marie de la Sagesse como él crecieron en familias católicas en Argentina y que "nuestros papás se conocían de cuando eran jóvenes". Por ello coincidieron cuando eran niños, aunque dejaron de hacerlo en la adolescencia.
En esa entrevista el sacerdote explicó que durante varios años estuvo "bastante separado de la práctica religiosa. A los 19 años regresé de un viaje de mochilero a Perú y la conocí. Le pregunté si creía en la virginidad hasta el matrimonio, porque para mí era una especie de invento de la Iglesia. Ella me fundamentó tan bien desde la fe y la razón sobre la pureza que me impactó. Me encontré con una mujer que sabía defender lo que creía y que era a su vez inteligente", comentó.
Poco después iniciaron su relación. En ese entonces ambos estudiaban derecho. Él en la Universidad Nacional de Buenos Aires y ella en la Universidad Nacional de la Plata.
El P. Olivera manifestó que "era un noviazgo como cualquier otro, pero intentábamos aprovechar la vida cultural a través de la música, la literatura y la filosofía. Leíamos libros juntos, salíamos a tomar un café. Teníamos un grupo de amigos con los que asistíamos a las conferencias de los autores católicos argentinos".
"Yo comencé a practicar la fe, a rezar, a ir a Misa los domingos. Todo en gran parte gracias a ella, a Dios principalmente, pero a ella como instrumento", manifestó el sacerdote. Destacó que también cultivaron juntos una vida de piedad por medio del rezo del Rosario y la Eucaristía.