Obispo mexicano no hace pactos con narcos, aclara diócesis

Conocidos estos acercamientos, la Secretaría de la Gobernación (Segob) anunció una investigación.

Ya en otras ocasiones, el Obispo de Chilpancingo-Chilapa ha informado de sus reuniones con los capos del narcotráfico para pedirles que respeten la vida, como en el caso de sacerdotes y religiosas que sirven en la región.

"La construcción de la paz con misericordia, como eje transversal en nuestro Plan Diocesano de pastoral en la Diócesis de Chilpancingo–Chilapa, ha llevado a nuestro Obispo a tener un acercamiento con todas aquellas personas que provocan la violencia, para que, por medio de la fe, se les escuche y oriente a fin de construir la paz en nuestra diócesis", indica el comunicado del 8 de abril.

"No se han buscado otros intereses más que contribuir en la construcción de la paz en los pueblos que integran esta Iglesia Particular", precisa el texto.

Por su parte, el Centro Católico Multimedial (CCM) publicó una nota editorial el 8 de abril titulada "Salvador Rangel, ¿Obispo criminal?", en la que explica que el Prelado "tiene un protagonismo muy delicado que pocos aceptarían en este caos social. Mientras algunos acusan desde la comodidad de la oficina y cobijados por el fuero, un pastor hace el trabajo que no corresponde a un ciudadano común".

"'Por pura necesidad'. Estas palabras resumen lo que el Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel Mendoza, realizó en la Semana Santa al reunirse con delincuentes a fin de tomar acuerdos para pacificar y mantener, aunque sea por un período, una frágil tregua para el desarrollo del proceso electoral en el Estado de Guerrero", prosigue el editorial.

La nota denuncia luego que muchos "reprueban al religioso franciscano por la violación flagrante de la Constitución, la ley de asociaciones religiosas y culto público y de disposiciones penales por interpretaciones jurídicas forzadas y con el ánimo evidente de culpar, sumir en el silencio al Prelado quien mete las manos donde la ley es tímido remedo de justicia para un Estado que parece fallido".

"Se equivocan quienes le imputan complicidad, encubrimiento, amistad, pactos ilegales o asociaciones delictuosas. El Obispo no se ha sentado a la mesa para lucrar con el dolor, tener ganancias ilícitas, pactar la destrucción de los demás o procurar deliberadamente el delito. Buscar a los hacedores del dolor no es ningún crimen. ¿Reunirse con ellos lo hace delincuente? Tampoco", precisa la nota editorial.

Las cifras de la violencia en Guerrero

El CCM recuerda que en el año 2015 el Wilson Center –un centro creado en memoria del Presidente estadounidense Woodrow Wilson que investiga asuntos de importancia nacional e internacional– publicó un informe sobre las causas de la violencia en Guerrero, que tiene entre sus estadísticas fatales a los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014.

Según el informe de 2015, en el estado de Guerrero ocurren 40 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes. Los delitos como el secuestro y la extorsión son comunes y se presume que más del 95% no son denunciados a causa de la corrupción y la impunidad.

En 65 de los 81 municipios del estado opera alguno de los diez grupos delincuenciales ligados al narcotráfico, además de grupos guerrilleros y autodefensas.

En el año 2017 fueron asesinados 20 políticos, mientras que otros tres desaparecieron. En lo que va de este 2018, cuatro murieron debido a acciones violentas.