El Arzobispo de Santiago (Chile), Cardenal Ricardo Ezzati, manifestó en su tradicional mensaje de Pascua del 31 de marzo que la resurrección de Jesús da la fuerza y la inspiración para "superar la desconfianza y la duda" instalada en la sociedad, y ayuda a "caminar hacia una fe más sincera y comprometida".
"A la luz del Resucitado, con confianza y optimismo, podemos contemplar la historia personal y colectiva, descubriendo en ella la presencia fecunda de la semilla de la eternidad y de un futuro mejor, ese futuro al que aspiran los pueblos, al que anhelamos y queremos fundar, en la justicia, la fraternidad y la paz", dijo el Cardenal Ezzati.
"A la luz de Aquel que, resucitando ha vencido, fundados en su amor redentor, podemos dar gracias por el don de la vida y del amor que florece en miles y miles de hogares chilenos; por la consistencia y el desarrollo democrático de nuestro país; por el compromiso solidario de tantas instituciones, públicas y privadas; por el corazón generoso de hombres y mujeres", agregó.
El Arzobispo de Santiago sostuvo que "en esa fe sobrenatural se funda también la fe humana en las personas y en su capacidad de bien; la fe en el diálogo, los acuerdos, la búsqueda honesta del bien común, que es el bien de todos; la fe en la amistad cívica que permite que siendo muchos, formemos un solo hogar".
De esa fe se desprende la esperanza, agregó el Cardenal Ezzati, "inscrita en el ADN de cada persona y que regala ojos de Pascua capaces de mirar la muerte hasta ver en ella la vida; las culpas hasta ver el perdón, la separación hasta ver la unidad; las heridas hasta ver la gloria; el hombre hasta ver a Dios, y Dios hasta ver en él al hombre", expresó.
"Así como en el corazón de la fe habita la verdad y la certeza, en el corazón de la esperanza va creciendo el amor. El amor que invita a creer, a esperar y a comprometerse. El que ama de verdad, sabe que, aunque deba pasar por la cruz de la incomprensión y hasta del martirio, nada en este mundo lo puede destruir".