Con la llegada del equinoccio de primavera, ocasión del año en que la duración del día es igual a la de la noche en toda la Tierra, en países como México se realizan diversos rituales paganos en busca de "buenas vibras" y "energía". ¿Los católicos debemos creer en este tipo de ritos?
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), publicó un artículo titulado "Las 'buenas vibras'", donde el Padre Sergio Román explicó que ritos como ir a las pirámides mayas y aztecas en busca de "energías" y renovación "no son tradiciones verdaderas, sino supercherías inventadas hace unos cuantos años y que se han difundido en el pueblo católico, necesitado de algo sobrenatural en su vida alejada de la Iglesia".
El P. Román lamentó que "todos esos adoradores del sol y de la 'madrecita tierra', se supone, son católicos, que por desconocimiento de su propia religión han caído, como inocentes palomitas, en las garras de los charlatanes. Son, la mayoría, católicos practicando ritos paganos".
"Los cristianos no creemos en las 'buenas vibras' ni en la 'energía'", sino que "hablamos de los dones que Dios da, y los llamamos gracias. La gracia fortifica al hombre, pero no lo anula. No es una fuerza ciega que guía su destino", afirmó.
El sacerdote señaló que mientras algunos turistas, principalmente extranjeros, visitan los monumentos arqueológicos por un interés histórico y astronómico, "la mayoría son personas reunidas para un culto pagano en el cual, vestidos de blanco o con trajes supuestamente prehispánicos, se 'cargan de energía' y reciben las 'buenas vibras' del sol primaveral".
"No faltan las danzas y la música con raros instrumentos inventados o copiados de códices y de museos, y los gurús o charlatanes que guían extrañas oraciones, hacen limpias o venden amuletos 'preparados', que desgraciadamente muchas personas compran".