VATICANO,
La primavera ya ha llegado a Europa, y sabedor de ello, el Papa Francisco hizo una comparación entre este tiempo y la actitud que el cristiano debe tener ante Dios.
"Hoy es el primer día de primavera. ¡Buena primavera!", dijo al inicio de la catequesis dejando a un lado los papeles con el discurso. "¿Qué sucede en primavera?, ¿florecen las plantas y los árboles?", preguntó a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
"Os pregunto ahora: ¿un árbol o una planta enferma florecen bien?". "¡No!", porque "un árbol o una planta que no son regados por la lluvia pueden florecer bien?". "¡No!", respondieron lo peregrinos.
"¿Y un árbol y una planta sin raíces pueden florecer?". "No, y entonces esto es un mensaje: la vida cristiana es una vida que debe florecer. ¿La raíz quién es?". "Es Jesús. Si no regamos nuestra vida con los sacramentos y la oración no podremos tener una vida cristiana", afirmó.
El Papa deseó entonces "que esta primavera sea para vosotros una primavera florida, de virtud, de hacer bien a los otros". "Recordad: aquello que el árbol tiene de florido le viene de lo que tiene bajo tierra".
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