VATICANO,
El Papa Francisco ofreció una nueva catequesis sobre la Misa en la Audiencia General del miércoles y habló de la Plegaria Eucarística IV y la comunión y recordó que al recibirla también se dejan atrás los egoísmos.
El Obispo de Roma recordó que "mientras nos une a Cristo, separándonos de nuestros egoísmos, la comunión nos abre y une a todos aquellos que son una sola cosa en Él". En definitiva, "nos convertimos en lo que recibimos".
"Celebramos la eucaristía para nutrirnos de Cristo, que nos dona a sí mismo tanto en la Palabra como en el Sacramento del altar", señaló.
El Papa aseguró que se trata de una invitación "a experimentar la íntima unión con Cristo, fuente de alegría y de santidad". "Una invitación que alegra, y a la vez empuja a un examen de conciencia iluminado por la fe".
Después de la Fracción del Pan, el sacerdote nos invita a mirar «al Cordero que quita el pecado del mundo», reconociendo la distancia que nos separa de la santidad de Dios y de su bondad al darnos como medicina su preciosa Sangre, derramada para el perdón de los pecados. Somos, por tanto, convocados «al banquete de bodas del Cordero», reconociéndonos indignos de que entre en nuestra casa, pero confiados en la fuerza de su Palabra salvadora.
Francisco explicó que "aunque somos nosotros los que vamos en procesión a hacer la Comunión, en realidad es Cristo quien nos viene al encuentro".