ROMA,
El pasado 6 de marzo el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de la italiana Sandra Sabattini, una joven fallecida a los 22 años, que podría convertirse en la primera novia santa de la Iglesia Católica.
Sandra nació el 19 de agosto de 1961 en Riccione y vivió sus primeros años en el municipio de Misano Adriatico en la provincia de Rimini. A los 4 años, ella y su familia se mudaron a la casa parroquial de la Parroquia de San Girolamo, donde era párroco uno de sus tíos, el P. Giuseppe Bonini, hermano de su madre.
Con una familia profundamente católica, Sandra comenzó a escribir un diario personal el 24 de enero de 1972. Tres años después conoció al P. Oreste Benzi, fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII, que se dedicaba a atender a los "últimos" de la sociedad.
Luego de una experiencia misionera con el grupo, volvió a casa con un pensamiento claro: "nos hemos roto los huesos, pero esa es gente a la que nunca abandonaré".
Ingresó a la universidad a estudiar medicina. En su tiempo libre y sus vacaciones se dedicaba a atender a los enfermos.
Con una vida intensa de oración, el Rosario diario y la meditación cotidiana de la Palabra de Dios, Sandra también tenía la costumbre de rezar la primera hora de cada año (de 12 a 1 a.m.) ante el Santísimo Sacramento.